lunes, 1 de agosto de 2011

Formas de Pago



Aparte de lo que acabamos de comentar acerca de los productos que se adaptan mejor o peor a la venta por Internet el motivo que más frena el despegue de las ventas por Internet es la desconfianza de los usuarios en los sistemas de pago. Esta desconfianza, si bien tiene cierta base real, ha sido magnificada por los medios de comunicación. Se han aireado mucho los casos de fraude de forma que se ha provocado un rechazo un poco injustificado por parte de los usuarios. Si tenemos en cuenta las cifras de fraude comparándolas con la compra fuera de Internet llegaremos a la conclusión que no hay tanto fraude como parece. Es comprensible que lo desconocido genere desconfianza y las compras por Internet todavía son desconocidas para la mayor parte de la población.
Vamos a hablar de las diferentes formas de pagar cuando se compra algo en Internet.
Contrareembolso.
Como ya sabréis, el Contrareembolso consiste en pagar cuando se recibe la mercancía en casa. En España el servicio de correos te lleva el paquete a casa y el cartero cobra el importe. Si no estás en casa deja un aviso para que pases por la oficina de correos a recogerlo. Este es un sistema que se adapta bien a Internet ya que el comprador sólo tiene que dar su nombre y dirección, sin tener que proporcionar datos bancarios. Con este sistema te aseguras de recibir el paquete antes de pagar, lo cual ya es importante. Aunque nadie te garantiza que el contenido del paquete sea el esperado.

Tarjeta de crédito
Al comprar por Internet mediante la tarjeta de crédito lo único que tenemos que dar es el número de la tarjeta, la fecha de caducidad y el titular de la tarjeta, a veces ni siquiera hay que dar este último dato.
La tarjeta de crédito es un medio de pago muy cómodo y muy rápido, pero además tiene una importante ventaja para el comprador, si no estamos satisfechos con la calidad del producto o servicio recibido podemos reclamar a la entidad que emite nuestra tarjeta como Visa, MasterCard, AmericanExpress, etc. y nos devolverán el importe de la compra.
Las entidades que emiten tarjetas casi siempre suelen dar la razón al comprador cuando hay un conflicto entre el comprador y el vendedor. De hecho la mayoría de los fraudes que se producen en Internet los sufren los vendedores, no los compradores.
El caso más frecuente es que alguien pida un producto, lo pague con su tarjeta y una vez lo tiene en su poder diga que no es de la calidad acordada, reclame a la entidad que emite su tarjeta y esta le devuelva el dinero, el vendedor no recibirá el dinero y quizás no pueda recuperar el producto o los trámites de recuperación le supondrán más pérdida que el propio valor del producto.
El otro caso posible es que alguien compre dando los datos de una tarjeta que no es suya, cuando la factura llegue al verdadero titular de la tarjeta, este reclamará y conseguirá que no le cobren la compra, pero si el comerciante entregó ya la mercancía tendrá muchos problemas para recuperarla.

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